24 horas en Fez

Marruecos se ha vuelto un destino imprescindible para todos aquellos que viajan a España gracias a la facilidad con la que se puede tomar un avión. Aunque es un país con una historia única, la ciudad medieval más bonita es Fez: perfecta para pasar un día entre edificios imperiales.

Por la mañana

Ve a desayunar en uno de los cafés tradicionales cerca del centro de la ciudad. Te recomendamos probar el Café Terrasse Panoramique o el Medina Café. Asegúrate de pedir platillos marroquíes como los tajines, el pan khubz o el cuscus. Además, el té de menta te fascinará.

De ahí, toma un taxi a la Puerta Azul o Bab Boujeloud. Podrás admirar esta entrada a la Medina construida a principios del siglo XX, decorada con mosaicos de color azul; esta zona es conocida entre los turistas que quieren tomar fotos a los colores de la ciudad. Una vez que hayas terminado, dirígete al Museo Njjarine de Arte y Artesanía, construido sobre un edificio que ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad. Además, tiene la mejor vista de la pequeña ciudad desde la azotea.

A un lado del museo encontrarás la famosa Fuente de Nejjarine, decorada con mosaicos de distintos colores. Como deseo puedes pedir regresar a Marruecos. Esta fuente es interesante debido a que Fez fue de las primeras ciudades en introducir el suministro de agua.


Por la tarde

Para realmente conocer el movimiento de la ciudad visita un zoco: un mercado tradicional árabe. Ahí se venden todo tipo de productos, desde especias hasta telas para vestir. Te recomendamos visitar tres famosos: el Zoco Nejjarine, para comprar productos de carpintería, el Zoco de la Henna, para comprar artículos cosméticos y el Zoco Chemainne, si te gustan los frutos secas. Tras tu visita a la fuente, puedes seguir esta ruta de zocos.

En tu camino hacia la comida, recuerda pasar por el Mausoleo de Mulay Idrís II, uno de los lugares sagrados más interesantes. La cúpula verde te hará no querer despegar tus ojos de su arquitectura. Una vez con apetito prueba ir Chez Rachid, aunque es sencillo, el trabajo de sus cocineros es estupendo. Una entrada, un plato principal con bebida y un postre cuesta alrededor de 70 dirhams. Sin embargo, si prefieres algo más sofisticado puedes ir a L’Amandier Palais Faraj, donde sirven todo tipo de comida y tiene un estilo europeo que encanta a cualquiera que lo visita.

Después, pasea por la Plaza R’cif por un rato, camina y siente el aire en tu piel: después de todo, viniste a Fez a relajarte, ¿no es así? Es una plaza encantadora donde toda la tarde parece pasar de la manera más tranquila que te puedes imaginar. Quizá, si llevas un libro, puedas sentarte a leer un rato.


Por la noche

Antes de ir a cenar, asegúrate de recorrer la Mellah, el barrio judío de la ciudad, que se encuentra a un lado del Palacio Real. Recorre sus calles de llenas de historia y no te olvides de observar los edificios con balcones exteriores hechos de hierro. Un contraste importante con el resto de las casas marroquíes.

Ahora sí: prueba la comida que Riad Fes Maya prepara cada noche. Es un restaurante que se especializa en comida marroquí con un servicio realmente destacable y una vista de la ciudad espectacular. Es muy tranquilo, por lo que no habrás elegido mejor lugar para cerrar tu día en Fez.

También puedes reservar una excursión para pasar la noche en el desierto de Merzouga, asegurándote vivir la experiencia de ver el cielo atardecer desde las dunas rojizas. Tendrás que ir preparado para dormir en una casa de campaña y para observar las estrellas en un entorno de ensueño.

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