Nuestros tés favoritos del mundo (y dónde tomarlos)

El té es una bebida con siglos de historia y con asociaciones culturales fuertes pero distintas en los diversos países que lo veneran. Tienen suficiente variación en su cultivo y procesamiento como para que dos tazas sepan completamente distintas.
El verdadero té siempre lleva hojas de Camellia sinensis. De esta aromática planta se cosechan retoños tiernos u hojas maduras; se secan todavía verdes, o se les permite oxidarse o fermentarse; se les infusiona en forma pura, o en mezcla con otros elementos aromáticos. Y generalmente viaja a través de océanos y continentes para llegar a tu tetera.
Tomarlo en su lugar de origen enaltece la tradición, así que aquí te presentamos algunas variedades con las que puedes infusionar tus viajes.

Por Beatriz López

Blanco
Este tipo de té se compone de retoños secados sin oxidar. Una infusión breve con agua no demasiado caliente produce sabores delicados y sutiles, levemente florales.
Tómalo en: Hong Kong, China
La marca MingCha tiene una casa de té considerada entre las mejores del mundo por Food&Wine, donde además de tomarte una excelente taza de White Peony o Silver Needle, puedes participar en catas de té, talleres de cata y talleres de maridaje.
www.mingcha.com


Verde
Lleno de antioxidantes, este té es de hojas maduras, secadas sin oxidar. Una taza está llena de sabores frescos, veraniegos y astringentes.
Tómalo en: Kyoto, Japón
Ippodo es un salón de té tradicional japonés establecido hace 300 años, localizado junto al Palacio Imperial de Kyoto. Ahí se vende y prepara té matcha, como en la ceremonia zen de té, y sencha, la alargada hoja predilecta de los japoneses para infusionar.
www.ippodo-tea.co.jp


Oolong
También llamado “azul”, está compuesto de hojas maduras oxidadas parcialmente. Por ello, tiene un sabor fresco, pero más robusto que el del té verde.
Tómalo en: Taipei, Taiwán
La antigua Formosa produce algunos de los oolongs más finos y apreciados del mundo, y la tienda de tés Wang De Chuan los ofrece en sus anaqueles —algunos exclusivamente— desde 1862.
www.dechuantea.com


Negro
El más tomado en occidente, el té negro se infusiona de hojas maduras y completamente oxidadas. Aguanta la temperatura más alta y tarda más tiempo en soltar su gusto. Su sabor es profundo y robusto, ocasionalmente ahumado.
Tómalo en: San Petersburgo, Rusia
La cultura rusa del té no le envidia nada a la inglesa o a la china. En el salón de té del Kempinski Hotel Moika 22 está la prueba. En este hermoso entorno con chimenea de leña y vista al palacio Hermitage, se prepara el té de la forma tradicional: extremadamente cargado, servido en porcelana imperial y con samovar de plata, acompañado de blinis de caviar y repostería fina.
www.kempinski.com


De origen
Algunas regiones tienen reputación como productoras de té, por su clima específico y los minerales en sus suelos. Entre las más conocidos están los tés indios Darjeeling y Assam, que suelen procesarse como tés verdes o negros.
Tómalo en: Darjeeling, India
Para tomar un auténtico té Darjeeling y ver su viaje desde la rama hasta la tetera, visita el Glenburn Estate, un hotel boutique al pie del Monte Kanchenjunga que todavía funciona como plantación de té. Es el mejor lugar para hospedarte si vas a recorrer la región en el pintoresco “tren de juguete,” el Darjeeling Himalayan Railway.
www.glenburnteaestate.com


Mezclado
Cualquier tipo de té puede mezclarse con otros sabores botánicos para realzar sus cualidades particulares. Algunos de los tés más conocidos, como el Earl Grey y el Masala Chai, son mezclas.
Tómalo en: París, Francia
En el histórico distrito de Le Marais, en el 4ème de París, está la más antigua sucursal de Mariage Frères, importadores franceses de té desde 1854. En su enorme catálogo están sus preciadas Compositions Parfumées, mezclas cuidadosamente confeccionadas de tés de todo tipo con pétalos, especias y rayaduras frutales que realcen su bouquet.
www.mariagefreres.com

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